¿Qué propiedades tiene el hormigón?

El hormigón es un gran material, el cual puede emplearse para hacer estructuras de diversas formas. Pero antes, para poder emplearlo adecuadamente, debemos conocer sus propiedades.
Si queremos analizar las propiedades del hormigón, necesitamos verlo en los dos estados, fresco y endurecido.


HORMIGÓN EN ESTADO FRESCO.
Cuando está fresco, es heterogéneo, hay tres fases en él, solido para los áridos y cemento, líquido (el agua), y gaseoso (el aire ocluido). Las características fundamentales son:

Consistencia: es la menor o mayor facilidad que tiene el hormigón fresco para deformarse. Depende de la cantidad de agua de amasado (el que más influye), de la granulometría, la forma de los áridos. 
La podemos determinar aplicando el Cono de Abrams, el cual es un molde trococónico de 30cm de altura que se rellena con el hormigón a ensayar. La pérdida de altura de la masa fresca una vez desmoldada, se mide y esa medida nos da la consistencia. 

Para asiento de:
            0 a 2cm, consistencia seca (S).
            3 a 5cm, consistencia plástica (P).
            6 a 9cm, consistencia blanca (B).
            10 a 15cm, consistencia fluida (F).
            mayor o igual a 16cm, consistencia líquida (L).

 

 

Docilidad: es la aptitud de un hormigón para ser puesto en obra con los medios de compactación de que se dispone. La trabajabilidad del hormigón está relacionada con su deformabilidad (consistencia), con su homogeneidad, con la trabazón de los componentes y con la mayor o menor facilidad que presente la masa para eliminar los huecos de la misma, es decir, el aire ocluido, alcanzando una compacidad máxima.
Depende de la cantidad de agua de amasado, de la granulometría de los áridos, y la docilidad es mayor con áridos redondeados que con áridos procedentes de machaqueo. Esta aumenta con el contenido en cemento y con la finura de éste. El empleo de un aditivo plastificante aumenta la docilidad.

Homogeneidad: es la cualidad por la cual los diferentes componentes del hormigón aparecen regularmente distribuidos en toda la masa, de manera tal que dos muestras tomadas de distintos lugares de la misma resulten prácticamente iguales. 
La homogeneidad se consigue con un buen amasado y, para mantenerse, requiere un transporte cuidadoso y una colocación adecuada. 
Se puede perder por segregación (separación de los gruesos de los finos) o por decantación (los granos gruesos caen al fondo y el mortero queda en la superficie, cuando la mezcla es muy líquida). Ambos fenómenos aumentan con el contenido de agua, con el tamaño del árido, con las vibraciones o sacudidas durante el transporte y con la puesta en obra en caída libre.

Peso específico: el peso específico nos puede indicar si el hormigón es homogéneo. Una variación indica una alteración de la granulometría de los áridos, del contenido en cemento o del agua, por lo que debe dar origen a las correcciones oportunas. 


HORMIGÓN ENDURECIDO.

Peso específico: depende de la naturaleza de los áridos, de su granulometría, y del método de compactación usado. El peso específico será mayor cuanto mayor sea el de los áridos usados y mayor cantidad de árido grueso contenga. Se puede considerar que los hormigones pesados pueden ir de 3,0 a 3,5ton/m3. Y los hormigones ligeros con densidades de 1,3 ton/m3, incluso inferiores.

Compacidad: Depende de los mismos factores que el peso especifico. Una buena compacidad no solo proporciona una mayor resistencia mecánica, sino también una mayor resistencia física y química frente a las acciones agresivas, porque al contener una cantidad mínima de huecos/porosidades, las vías de penetración de los agentes exteriores son también mínimas.

Permeabilidad: Se puede medir por diferentes métodos, unos dedicados a la permeabilidad bajo presión y otros por succión (absorción). Los factores que influyen en la permeabilidad son los mismos que hacen variar su red capilar. 

Resistencia al desgaste: se determina por las características de su capa exterior. Pueden ser por abrasión, erosión y cavitación. Por ejemplo, podemos considerar en una vía de circulación como puede ser un corredor de ómnibus, debemos asegurar que el hormigón no sea desgastado fácilmente debido a que varios vehículos pasarán constantemente encima todo el año. 



Bibliografía:  

"Hormigón Armado" tomo I 8va edición, de Jimenez Montoya, García Messeguer y Morán Cabré, de Editorial Gustavo Gili S.A., 1987-1989, Barcelona, España.

Comentarios

Entradas populares